La personalidad de cada ser humano puede expresarse de distintas maneras, entre ellas, además del lenguaje verbal, mediante otras vías como el lenguaje gestual y/o los grafismos.
Los grafismos, específicamente, son los trazos que se realizan sobre una superficie (con un lápiz, bolígrafo o similar) y que se corresponden con la letra, incluida la firma; dibujos, incluso, los llamados garabatos.
La escritura ha sido una de las formas más utilizadas para transmitir información y, si bien en la actualidad cada vez escribimos menos, se mantiene muy presente en nuestra cotidianidad, sobre todo la firma.
Un hecho importante, del que no se suele ser consciente, es que los grafismos, principalmente la escritura y la firma, reflejan aspectos claves de nuestra personalidad, del concepto sobre nosotros mismos, sobre la forma en cómo nos relacionamos con el entorno en el que vivimos, cuáles son nuestras aspiraciones e intereses y algunos otros rasgos relacionados con nuestro ser.
En este sentido, la posibilidad de despertar a la consciencia sobre los aspectos de nuestro YO que resultan evidentes al plasmar nuestra letra o la simple firma nos la brinda la Grafología, la cual es la ciencia que se orienta al estudio de los grafismos, con el objeto de tratar de determinar la personalidad y diferentes rasgos asociados al carácter de las personas, incluidas ciertas afecciones o desequilibrios a nivel físico y emocional.
Te invitamos a develar aquellos rasgos que, en ocasiones, pudiéramos pensar que mantenemos controlados y a despertar hacia lo que nuestro subconsciente, a través de la escritura, evidencia de nosotros mismos.